Un paseo por el bosque puede hacer más que simplemente elevar tu ritmo cardíaco y llenar tus pulmones con aire fresco; en realidad puede enseñarte sobre cómo vivir una vida más feliz, más simple y más plena. En este artículo del blog, vamos a echar un vistazo a siete lecciones que puedes aprender de las plantas. Han estado haciendo todo este aprendizaje, creciendo y mejorando cosas durante mucho tiempo, y tienen algunos consejos útiles para nosotros.

El pequeño crecimiento sigue creciendo

La mayoría de las plantas crecen de a poco. Si observas el progreso de un pequeño semillero de un día para el otro, es difícil notar alguna diferencia, pero si observas la misma planta un año después, el cambio es claro. Del mismo modo, puede ser común pasar por alto el crecimiento en tu vida. Es difícil ver el progreso en el curso de una semana o incluso un mes, pero si miras hacia atrás a dónde estabas hace cinco años, podrás ver lo lejos que has llegado. El progreso sigue siendo progreso, no importa cuánto tiempo te tome.

La belleza viene en todas formas y tamaños

Un jardín no sería tan hermoso si todas las plantas fueran iguales. La variedad de formas, colores, tamaños y fragancias agregan la magia y belleza al mismo. Al igual que cada flor, árbol y arbusto, cada persona es diferente y cada una de ellas tiene algo único que ofrecer. Acepta tu belleza individual y siempre recuerda que el mundo es un lugar mucho mejor porque tú estás en él.

Dejar las sombras y mirar a la luz

A medida que el sol se mueve a través del cielo durante el día, muchas flores y plantas voltearán en dirección al sol. Incluso las plantes en el alféizar crecerán mirando hacia la luz del sol. Es importante que tú identifiques y te muevas hacia la luz del sol en tu vida. Acércate a la gente y a las cosas que te brindan luz, aun cuando sientas que la vida se torna oscura. Es un desafío, pero vale la pena.

Hay más de lo que se puede ver

El jazmín que florece por la noche es una hermosa flor blanca que -como su nombre lo indica- florece solo por la noche. Durante el día esconde sus pétalos dentro de un pequeño brote verde. Sería fácil pasar por esta planta y pensar que es una planta simple y hasta antiestética, sin saber nunca de la belleza espectacular escondida en su interior. ¿Cuán a menudo hacemos esto con las personas en nuestra vida? Es tan fácil conocer a alguien e inmediatamente juzgarlo, pero la verdad es que siempre hay mucho más de lo que nuestros ojos pueden ver.

A veces los recortes pueden hacerte más fuerte

Cada jardinero experimentado sabe que podar ciertas plantas es esencial para que puedan alcanzar su máximo potencial. Al principio puede parecer un retroceso, pero en realidad ayudará a que la planta avance muchos pasos. Cuando afrontas problemas o contratiempos en tu vida, recuerda que los mismos pueden conducirte a mejores cosas, a que seas mejor. A veces perder tu trabajo o tener una conversación difícil es justo lo que necesitabas para despertar y hacer que tu vida tome una nueva y mejor dirección.

Adaptarse a las estaciones

Las plantas son expertas en saber cuándo florecer y cuándo esconderse y protegerse. En el otoño y el invierno, las plantas caducifolias dejan caer sus hojas y pétalos e hibernan durante los meses oscuros y fríos. En la primavera y el verano se desarrollan y florecen absorbiendo tanta luz del sol y energía como les sea posible. Es importante darnos a nosotros el mismo cuidado. Cuando la vida se pone difícil, está bien protegernos, reagruparnos y seguir adelante. Del mismo modo, también es importante disfrutar del sol y recargar energía cuando la oportunidad se presenta.

Tomarse el tiempo para alimentarse

Sin el equilibrio adecuado de la luz solar, los ricos nutrientes de la tierra y del agua, una planta sufriría e incluso puede dejar de crecer. Del mismo modo, para que puedas prosperar, debes asegurarte de que estás recibiendo la alimentación necesaria. Y eso no solo significa comer frutas y verduras. Tienes que pasar el tiempo haciendo cosas que alimenten tu alma —leyendo libros, durmiendo, escuchando música, pasando tiempo con la gente que amas, jugando afuera. Si no estás haciendo tiempo para lo que amas, estás limitando tu felicidad.

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