Tanto si lo tuyo es el saludo al sol a primera hora de la mañana en el parque, como si prefieres posturas relajantes para desconectar antes de ir a la cama, una de las cosas buenas del yoga es que puedes practicarlo en cualquier sitio, a cualquier hora, sin ningún equipo especial. Sin embargo, crear un espacio inspirador con accesorios como bloques o correas puede hacer que los beneficios del yoga sean incluso más accesibles. Y este es el objetivo de nuestro increíble Estudio de yoga Young Living.
En el Estudio encontrarás clases gratis en línea guiadas por Ed Dailey, practicante de yoga y educador de Young Living, junto con una gama de productos para yoga fabricados éticamente para que mejores el equilibrio, la fuerza y la flexibilidad. Ed también explica cómo puedes mejorar la práctica del yoga, con aceites esenciales relajantes o vigorizantes durante las sesiones.
No se necesita mucho para crear un espacio de yoga en casa, solo una habitación o un rincón tranquilo donde te puedas mover de una postura a otra y puedas extender tu esterilla de yoga, la primera pieza de equipamiento en la que deberías invertir. Las esterillas que están diseñadas específicamente para hacer yoga proporcionan una superficie estable, ligeramente acolchada y con agarre que facilita las posturas. Así evitarás que, por ejemplo, tus pies puedan deslizarse en el perro invertido si la superficie es resbaladiza. Cuidado con las esterillas (o alfombras) gruesas y demasiado acolchadas; las esterillas de yoga tienen unos milímetros de grosor por lo que es menos probable que te tambalees.
Muchas esterillas están fabricadas con vinilo, que les da un buen agarre, pero las esterillas de goma o algodón naturales son más ecológicas y ofrecen un acabado con textura antideslizante. En una clase de yoga se suelen proporcionarlas pero la mayoría prefiere llevar la suya propia. En este caso, una bolsa de yoga hará que sea más fácil llevarla. Unos calcetines de yoga, con suela antideslizante, pueden ser también una buena alternativa (o un accesorio más) a llevar tu propia esterilla. Ya sea para tener más tracción o por razones de higiene.
Aunque no tienes que comprar ropa específica para yoga, lo que vistes es importante. Un top confortable y elástico y unos leggings te permitirán tener la libertad de movimientos necesaria para cada pose. Llevar camisetas ajustadas hace que los estiramientos hacia delante o tratar de mantener el equilibrio de cabeza sea más fácil. Además la ropa ligeramente ajustada ayuda a los instructores a ver tu cuerpo y sugerir mejoras en las posturas. También es una buena idea llevar el pelo recogido para que no moleste con un coletero, ya sea en una coleta baja o en lo alto de la cabeza para que puedas tumbarte cómodamente. Los tirantes del sujetador pueden ser también una molestia cuando estás tumbada por lo que llevar un sujetador deportivo puede ser una buena idea. Por último, ten a mano un top abrigado y calcetines o una manta para que no te enfríes durante el tiempo de relajación que hay al final de cada clase.
Las mantas de yoga pueden ser especialmente útiles durante una sesión ya que pueden doblarse para soportar el cuello cuando estás haciendo una postura con apoyo de hombros o pueden usarse para proteger las rodillas. Los instructores también pueden sugerir a los estudiantes que cambien las posturas para adaptarlas a su experiencia y restricciones corporales con la ayuda de bloques y correas; puede que no llegues a tocarte los dedos de los pies pero puedes hacer yoga igualmente. Y por supuesto, no tienes que ir a clases presenciales para beneficiarte de la experiencia de los profesores. El yoga en línea también puede ayudar, ya sea con clases variadas o sesiones dedicadas a perfeccionar una sola postura. Si es posible, mira la clase completa antes de empezar para que sepas qué es lo que tienes que hacer en cada momento.
¿Te apetece probar los productos de nuestro Estudio de yoga Young Living? Cuéntanoslo en los comentarios o contacta con nosotros escribiendo a: mseublog@youngliving.com
Escritora y editora con una larga experiencia escribiendo sobre viajes de esquí, comida y salud, como jefa adjunta de contenido de esquí en The Telegraph, Cat Weakley también es una ciclista y esquiadora entusiasta que lleva veinte años practicando yoga. “Al principio probé el yoga para estirar la musculatura tensa por años de ciclismo y luego me convertí en una apasionada del modo en que combina el bienestar mental con los desafíos físicos.”
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