Ponte en forma
¿Pausa en el estrés? ¿Llevar una vida más saludable? ¿Zumba para ser más feliz? Sí a todo. No es un secreto que el ejercicio físico conlleva beneficios de por vida pero, de acuerdo al CDC (Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades), casi el 50 % de los adultos no hacen el suficiente ejercicio aeróbico. Recomiendan entre dos horas y media y cinco horas de actividad moderada por semana. Pon tus miras en los récords personales en el gimnasio en vez de navegar por las redes sociales. Da igual si el ejercicio es amigo o enemigo, tenemos potentes motivadores que harán que quieras moverte: los aceites esenciales. Prepárate para sacar el máximo partido al ejercicio, aprendiendo algunos trucos que revolucionarán tu mundo (y tu cuerpo).
Entrenando en casa
Ya sea que estés caminando por el vecindario o subiendo el volumen de tu vídeo de ejercicios, entrenar en casa es fácil y efectivo.
- Difunde y crea la atmósfera correcta. Los ejercicios de cardio de alta intensidad necesitan aromas y aceites energizantes como Peppermint y Lemon. ¿Buscas algo más zen? Entra en el estado de ánimo adecuado para yoga o Pilates con Palo Santo.
- Mantén la compostura incluso después de sudar. Antes de que empieces tu sesión de ejercicio, pon una gota o dos de Eucalyptus Globulus en una toalla húmeda, escúrrela y guárdala en el frigorífico. Cuando acabes, pásate la toalla por el cuello, los brazos y el pecho para disfrutar de una fría recompensa.
- Hidrátate para un cuerpo más feliz. Pon una gota de Orange+ en tu agua para hidratarte de manera más deliciosa y lleva tu botella reutilizable rechazando las de un solo uso.
- Saca músculo. Maximiza el ejercicio con nutrición. Incorpora MegaCal a tu rutina diaria con calcio, que es necesario para el mantenimiento de los huesos.
- Fluye cuando practiques yoga. El yoga es genial para tu mente, cuerpo y espíritu. Lleva esta práctica de bajo impacto al siguiente nivel mientras realizas tus vinyasas y dominas el pranayama.
- Consigue el equilibrio. Pon una gota de Frankincense directamente en la coronilla o en cada muñeca. Mientras haces ejercicio, te llegará de manera ocasional el aroma de este inspirador aceite.
- Sumérgete en un mar de relajación. Prepara un baño caliente con dos gotas de Frankincense y Lavender y 30 g de sales Epsom para una gratificante recuperación.
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