Mezclar aceites esenciales no es tarea fácil. ¡Puede ser desconcertante, intimidante y abrumante! ¿Cuáles son las proporciones adecuadas? ¿Qué combina mejor? ¿Qué efectos y beneficios puedo obtener? Hay tantos aceites esenciales de dónde elegir y las posibilidades son infinitas.
El cielo es el límite y mezclar aceites más que un reto, se ha convertido en todo un arte. No todos los aceites naturales se pueden combinar y algunas mezclas pueden potenciar sus propiedades. La clave es lograr una fórmula que te brinde el aroma y los efectos terapéuticos que estás buscando.
Comienza tu proceso creativo teniendo en cuenta que lograr la fragancia que deseas requerirá habilidad y conocimiento. No te lances al ruedo sin seguir los siguientes pasos:
- Botellas o envases de vidrio pequeñas y preferiblemente oscuras, con tapa (7ml-15ml)
- Cuentagotas de vidrio
- Tiras de prueba para probar la fragancia o bolas de algodón para comparar tus creaciones
- Guantes para proteger tu piel
- Lápiz y papel para anotar ingredientes, proporciones, procedimientos y resultados.
- Aceites esenciales favoritos
Clasifica tus aceites esenciales por el resultado deseado. Investiga y crea una guía sobre los principales beneficios que podrías obtener. Aquí unos ejemplos:
Relajantes/ Calmantes: lavanda, geranio, mandarín, bergamota, ylang ylang, neroli, jazmín, melisa, palmarosa, pachulí, petitgrain, sándalo.
Energizantes: romero, salvia, bergamota, limón, eucalipto, menta piperita, yerbabuena, menta verde, árbol del té, ciprés, pino, limón, albahaca, pomelo, jengibre.
Limpieza: enebro, toronja, pomelo, romero, laurel, mandarín, limón, pachulí, hisopo.
Mezclas dentro de la misma categoría suelen funcionar bien y usualmente dan lugar a combinaciones con cualidades complementarias.
Como en una escala musical, los aceites esenciales se pueden categorizar según el tiempo que tardan en evaporarse. Mezcla los aceites esenciales con las mismas notas para que tu mezcla que siga oliendo y actuando consistentemente a lo largo del tiempo.
Notas Altas: Aceites esenciales que se evaporarán en 1-2 horas. Fragancias de vida corta. Ejemplos: Bergamota, citronela, toronja, limoncillo, lima, melisa, Neroli, naranja, petitgrain, mandarina.
Notas Medias: Se evaporarán en 2-4 horas. La mayoría de los aceites esenciales residen en esta categoría y se toman un tiempo en establecer un aroma que perdurará. Ejemplos: semilla de zanahoria, manzanilla, canela, salvia, ciprés, eneldo, hinojo, geranio, jazmín, mejorana, neroli, palmarosa, rosa, romero, palo de rosa, abeto, abeto, árbol del té, tomillo, ylang ylang.
Notas Base: Aceites esenciales que pueden tardar días en evaporarse. Fragancias de larga duración, que son ricas y profundas. Ejemplos: angélica, madera de cedro, incienso, jengibre, helicriso, mirra, pachulí, sándalo, vainilla, vetiver.Mezcla los aceites esenciales con las mismas notas para que tu mezcla siga oliendo y actuando consistentemente a lo largo del tiempo.
Existen aceites con fragancias similares. Los aceites florales generalmente combinan bien con aromas leñosos, cítricos o picantes, mientras que los cítricos se mezclan bien con los aceites picantes y herbáceos. Los aceites leñosos generalmente se llevan bien con cualquier categoría. ¡Encuentra tus favoritos! Aquí unos ejemplos de cómo categorízalos según su familia:
Florales: De olor suave y en su mayoría, de notas medias. Ejemplos: lavanda, geranio, jazmín, vainilla, ylang ylang, rosa, neroli.
Cítricos: Huelen a frutas frescas y cuenta con un toque ácido. A menudo son de notas altas. Ejemplos: toronja, petitgrain, limón, lima, bergamota, naranja, citronela, bergamota, mandarina, melisa y limoncillo.
Amaderados:De aromas ricos, leñosos y dulces. A menudo son de notas medias a base. Ejemplos: abeto, cedro, ciprés, sándalo, helicriso, enebro, incienso, mirra.
Terrosos: Aromas ahumados y similares al de la tierra.Ejemplos: roble, pachulí, valeriana, raíz de angélica, vetiver.
Herbáceos: Aromas frescos y fuertes. La mayoría de notas medias. Ejemplos: albahaca, manzanilla, eucalipto, yerbabuena, pino, mejorana, romero, salvia, orégano, tomillo, árbol de té.
Picantes: De aromas cálidos y de notas medias a básicas. Ejemplos: clavo, nuez moscada, canela, comino, jengibre, cardamomo, anís, pimienta negra.
Ha llegado el momento de la verdad donde deberás elegir las proporciones adecuadas para tu mezcla. Te recomendamos que una vez hayas seleccionado y agrupado los aceites que quieres combinar, comiences tu fase experimental creando tu primera mezcla siguiendo la regla 30-50-20: prepara aceites con un 30% de nota alta, un 50% de nota media y un 20% de nota base. Por ejemplo, si utilizaste 20 gotas de aceite esencial, combinarías seis gotas de notas altas, con diez gotas de notas medias y cuatro gotas de nota base.
Son las primeras fragancias que deberás agregar ya que son esenciales para que el olor perdure. Para un olor floral aplica aceite de rosas y para aromas sensuales utiliza aceite de naranja.
Como es el aroma principal, la proporción debe ser mayor. Si quieres obtener un perfume fresco agrega 10 gotas de aceite de jengibre, si deseas un aroma floral agrega aceite de lavanda o rosas y si te gustaría una fragancia sensual utiliza aceite de pachulí.
Aunque si bien es cierto que esta fragancia desaparecerá rápidamente, será el primer aroma que podrás percibir. Te recomendamos utilizar aromas refrescantes, mentolados y frutales provenientes de la naranja, la menta o el eucalipto.
No apliques los aceites esenciales directamente sobre tu piel. Evita reacciones adversas e irritaciones. Dilúyelos en 3-4 onzas de aceite vegetal.
Si bien es cierto que los aceites esenciales tienen una infinidad de aplicaciones y beneficios naturales, no obtendrás los resultados esperados de utilizarlos en forma incorrecta. Toma nota y sigue estos prácticos consejos:
Elige bien: adquiere dos o tres aceites esenciales que se complementen y que te ayudarán a conseguir los beneficios deseados. Investiga acerca de sus propiedades, cualidades, usos y contraindicaciones antes de aplicar.
No mezcles con agua: los aceites esenciales deben diluirse siempre con un aceite portador. La dosificación recomendada para la aplicación tópica será 98% de aceite vegetal y 2% de aceite esencial. En general, los bebés y menores de 2 años, así como las embarazadas y mayores de 80, deberían usar la mitad o un tercio de la dosis de adultos (un 1% o un 0.5%).
Aplica cuidadosamente: emplea suavemente con un hisopo o una bola de algodón humedecida con aceites esenciales. Evita el contacto con los ojos. Observa si tienes alguna reacción adversa sobre tu piel.
Consérvalos en un lugar fresco y oscuro: un aceite esencial puede durar hasta cuatro años, manteniendo todas sus propiedades en perfecto estado. Para que ello ocurra, debes asegurarte de que la esencia no reciba calor, luz ni oxígeno. Mantenlos en recipientes de vidrio opacos y evita que estén expuestos a un calor excesivo o a la luz solar directa. Una vez abiertos, evita dejarlos destapados.
¡Es tu turno! Te brindamos algunas ideas para que practiques en casa:
8 gotas de menta
4 gotas de naranja
4 gotas de yerbabuena
3 gotas de naranja
2 gotas de menta
1 gota de romero
3 gotas de limón
2 gotas de menta
1 gota de romero
2 gotas menta
2 gotas lavanda
2 gotas romero
2 gotas de jengibre
3 gotas de limón
3 gotas de lima